Desde el inicio podrás experimentar una conexión profunda y una proyección de la representación de alucinaciones, euforia y liberación, sin el respaldo de sustancias. La presentación se convierte en un portal sensorial, donde la danza y la música fusionan su energía para transportar al espectador a estados de éxtasis.
Desde el momento en que las luces se atenuaron, el escenario se iluminó con la brillantez del vestuario, elemento resaltado como el más importante después de la fuerza y energía de cada bailarín.
Los bailarines, ejecutaron un constante fluir de movimientos, entrelazando pausas estratégicas que mantenían la continuidad del número. La coordinación y la destreza física de los intérpretes eran evidentes.
El trabajo escénico, anclado en el arte contemporáneo, exploró la repetición obsesiva de formas, llevando al público a un espacio donde el minimalismo se convertía en una expresión profunda. La iluminación desempeñó un papel fundamental, creando contrastes que resaltaban esta experiencia multisensorial.
Esta presentación, más que una representación coreográfica, se reveló como un cuestionamiento audaz de la pureza de la tradición y el baile.
Si te gusta la música electrónica y disfrutas del baile, te recomiendo ver «3rd Summer of Love» de Sergio Valentín. Es una experiencia visual que combina elementos culturales con la danza. La presentación destaca por ser una expresión enérgica sobre la trascendencia colectiva, que invita al espectador a explorar nuevas perspectivas. No te la pierdas si buscas algo diferente en el mundo de la música y la danza.
Por Eliza Orio