Hoy un niño cumple 5 años y le espera una fiesta sorpresa, sin embargo su intuición e inteligencia le hace darse cuenta que el crecimiento será difícil y complicado; y más aún en una sociedad donde el futbol es el deporte favorito de los mexicanos.
Es 1986, el año del mundial en México, todo gira en torno a un balón y por supuesto los padres quieren que sus hijos sean futbolistas, pero hay un niño que no le emociona el deporte, él se inclina más por el arte dramático pero nadie lo escucha, nadie lo entiende y sus sueños son solo eso, sueños; y no queda otra más que seguir la tradición y termina inscrito en el equipo de futbol Bambis, dientes de leche.
Una pieza teatral donde el espectador se cuestiona si realmente se dedica a lo que quiere, si es feliz en donde esta y con el papel que desempeña o simplemente está llenando los requisitos que marca el protocolo de crecer y ser adultos.
Una pieza que nos recuerda los sueños y las oportunidades que tomamos a lo largo de la vida, dependiendo claro del contexto que esta a nuestro alrededor; esas angustias, miedos y preocupaciones que nos marcan el camino sin saber si tomamos el correcto a la felicidad.
Un monólogo escrito y actuado por Antón Araiza, que al poner atención te adentras y sales cuestionándote: voy por el camino correcto o me regreso? y no está mal regresar, y si vamos a cambiar el andar para sentirnos satisfechos, felices, plenos valdría la pena.
El montaje es dirigido por David Jiménez Sánchez. Bambis dientes de leche, celebró 200 presentaciones y terminó temporada pero si la ven nuevamente en cartelera no se le pueden perder, sin duda es una pieza de esas que te hacen replantéate los sueños, las metas, en sí…la vida.
Por: Verónica Torres Lizama
Foto: Mario Alonso Almanza