El pasado viernes 19 de enero inició la segunda temporada de «Crimen a su Gusto» en La Teatrería, una obra teatral que va más allá de la tradicional experiencia escénica, pues está basada en la improvisación. Desde el momento en que llegas y estás esperando pasar al teatro, la inmersión comienza; pues te reciben personajes vestidos con uniformes de forenses, quienes te entregan una forma que simula ser un requisito para tu «titulación» en Criminología. La experiencia se vuelve personal al pedirte que completes campos como la redacción de un título para una nota periodística, la descripción de una sensación sobre alguna situación en particular o la elección de una profesión.
Una vez dentro, nos encontramos con una profesora que introduce un caso de asesinato como parte del proceso de graduación. Aquí es donde la magia de la improvisación toma el control. Seis talentosos actores forenses asumen diferentes roles en la escena del crimen, permitiendo que el público, representado como estudiantes de criminología, formule conjeturas e hipótesis sobre el desarrollo del caso.
Lo más intrigante es que la historia evoluciona de acuerdo a las sospechas y teorías que el público va expresando. Cada espectador se convierte en un participante activo, influenciando directamente el curso de los acontecimientos. Es una experiencia teatral única, ya que cada representación es completamente diferente, adaptándose a las decisiones y percepciones del público presente. Literalmente, es un «crimen al gusto de cada quien».
La habilidad de los actores para adaptarse a las múltiples direcciones que puede tomar la historia en cada función es admirable. La tensión se mezcla con momentos de humor, creando una experiencia dinámica y cautivadora. La conexión entre el elenco y el público es palpable, generando una atmósfera llena de energía y sorpresas.
Si buscas una noche llena de misterio, risas y emoción, esta obra de improvisación es una elección inigualable. ¡No te la pierdas todos los viernes a las 8:30 de la noche en Tabasco 152, Roma Norte!
Por Iliana Cajigas