Al principio todo es silencio y penumbra hasta que se empieza escuchar un sonido constante espacial a lo lejos. junto con él, llegan unas luces tenues iluminando el cuerpo de una muchacha inmóvil que así se mantiene hasta que se siente un cambio musical con unos ligeros movimientos. A medida que avanza el tiempo la música de fondo empieza a incrementar su intensidad así como los beats y adornos que tiene; de la misma manera la intérprete de la obra empieza a tener más movimientos corporales, muy particulares, interesantes, raros, robóticos y hasta podría decirse alienígenas. La música que se escucha es electrónica y va subiendo de tono y velocidad así como el performance hasta llegar a una pausa en el que de nuevo todo es oscuro nuevamente; sigue la música y de repente ante un humo que sale de las penumbras reluce el cuerpo desnudo de la misma bailarina que empezó el espectáculo. Así baila durante un rato con estos movimientos característicos antes descritos hasta que después de otra pausa y de un gran performance se vuelve a vestir para finalizar la obra con otra sección de baile tras la misma pista musical.
Una recomendación para disfrutar de un excelente y singular performance de baile.
por Rafael Chami (Chamisan)