Del 25 de noviembre al 5 de diciembre en el Teatro Sergio Magaña de la colonia Santa María La Ribera se presentará en breve temporada la propuesta La desilusión de la ilusión, un espectáculo que combina cabaret, teatro y la magia clásica, en una historia tan misteriosa y mágica como la vida misma, acompañada de música original interpretada en el escenario por Camaradic Trío.
La desilusión de la ilusión es un espectáculo escrito y dirigido por Javier y Carlos Rendón Tovar, interpretada por el también actor y mago Javier Tovar, quien en el escenario está acompañado por los músicos Pablo Castro (pianista), Darío González (bajo) y Fernando Herrera (batería).
Se trata de una especie de historia de la magia en México contada a través del teatro-cabaret, que se puede sintetizar como “la verdadera historia detrás del truco”. Es, además, una reflexión acerca de la vida en el sentido de que, al bajar el telón de un espectáculo, la magia se termina en la vida del prestidigitador, aun al ser éste parte de una familia de magos.
El personaje-ilusionista se pregunta: ¿realmente existe la magia?, y ante la incógnita de cuál es el destino del mago, éste recuerda pasajes de su vida para poder descubrirse a sí mismo y explorar los motivos de la desaparición de la capacidad de asombro después de bajar el telón.
Este proyecto –cuenta Javier Tovar, egresado de la Escuela Nacional de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura–, surge de una investigación histórica acerca de los trucos de magia clásicos que se describen en libros, algunos poco vistos y otros que parecieran un mito, así como de la época dorada de la magia, cuando se presentaban en grandes escenarios, en los cuales se describían calidades de movimiento y de voz de los magos más famosos de la época.
Javier Tovar, ganador del primer lugar del concurso Desafío de Magos en 2010, considera que la magia en México hoy en día se ve en fiestas y eventos corporativos y muy pocas veces en los teatros. Por eso, explica, la premisa de La desilusión de la ilusión fue realizar un espectáculo que fuera “una obra de teatro con mucha magia” y no “un show de magia con una línea narrativa”, por lo que –dice– “nos apoyamos en el teatro-cabaret para dar un discurso propio. La dramaturgia, entonces, tiene un énfasis social hacia las costumbres, el amor y nuestra apabullante tecnología que minimiza la capacidad de asombro”.
Javier y Carlos Rendón Tovar, dramaturgos autores autores de la obra, están convencidos de que el desafío del mago es asombrar a su público y que la sociedad al evolucionar día con día descubre cada vez más secretos que antes sólo los magos usaban.
Por ello, considera Tovar, nuestro personaje recuerda que las más grandes ilusiones ocurren en la simpleza de la vida. “Al mostrar el truco bajo su manga, desnudando los secretos de su vida, crea un personaje empático con el público, y juntos descubren que ni el mejor mago puede cambiar al mundo, y que sin ser magos todos tenemos un poco de magia para cambiarlo”.
El diseño de dirección escénica en el espectáculo apela a elementos técnicos del clown que permiten al ejecutante crear planos entre la ficción, el arte de la magia y la respuesta del público ante la acción escénica, además de la visualización del acto mágico como la unidad mínima de representación del mago-actor. “La comedia es tanto física como verbal, para reírnos de las situaciones que nos le acontecen, las cuales no distan mucho de la realidad”.
Asimismo, el montaje propone una estética del siglo XIX con la escenografía y la música clásica y barroca en versiones de jazz, una iluminación incandescente y led, así como el uso de mensajes de texto y cartas, entre realidad y ficción, por lo que la obra sucede en un atemporal presente. “Busquemos, pues, la magia de la vida, que no sólo los magos poseen el medio para transmitir un aparente mundo de magia y fantasía”, dice el protagonista.
El equipo creativo está formado por Alfredo Márquez en la escenografía e iluminación, Christian Aquino en el vestuario y el Camaradic Trío en la composición e interpretación musical. La producción técnica es de Carlos Rendón Tovar y producción ejecutiva de Alejandro Cervantes con la coordinación de Producción: Verónica Hernández.
La desilusión de la ilusión se escenificará del 25 de noviembre al 5 de diciembre, con funciones los jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas, en el Teatro Sergio Magaña (Sor Juana Inés de la Cruz 114, colonia Santa María La Ribera, Metro San Cosme), respetando las disposiciones del semáforo epidemiológico vigente: uso permanente de cubre-bocas, gel anti-bacterial y registro de código QR por parte tanto del personal del teatro como de los espectadores.
Adimisión: entrada general, 168 pesos. Aforo al 75% de la capacidad de público del Teatro. Los boletos se pueden adquirir en la taquilla del teatro y en las plataformas digitales de Ticketmaster.