La residencia artística de la coreógrafa sonorense Daniela Urías en el Instituto Coreográfico del Ballet Hispánico, del 30 de abril al 10 de mayo de 2024 en Nueva York, con miras a crear una nueva obra, es resultado de la gestión de Contenidos Artísticos.
Se enmarca en Escena Cross-Border, programa permanente de curaduría y producción de las artes escénicas entre México y EUA que Contenidos Artísticos realiza desde hace más de ocho años con una mirada inclusiva e intercultural y perspectiva de género.
“El propósito del instituto es dar a conocer la magnitud del talento de los coreógrafos latinos en Estados Unidos. Quiero que nuestra comunidad reconozca que detrás del espectáculo hay un proceso intelectual”, opina Eduardo Vilaro, quien desde 2010 impulsó esta iniciativa como director artístico y CEO del Ballet Hispánico, compañía surgida hace 53 años.
El Instituto Coreográfico ofrece las condiciones ideales para el proceso creativo al poner a disposición de Urías: bailarines, salones de ensayo, un mentor para dialogar sobre sus inquietudes y un registro fotográfico y en video profesional, por lo que convoca a cineastas emergentes, de origen latino, para documentar el trabajo de los coreógrafos en residencia.
Urías (1990, Sonora), egresada de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey en 2014, podrá disponer de nueve bailarines con quienes mostrará un work-in-progress, al finalizar su estancia, ante una audiencia de 150 personas.
Formada en danza contemporánea, Urías apuesta a proyectos interdisciplinarios que le permiten visualizar el movimiento corporal desde otros lugares, como el cine, el teatro, las artes visuales y la música, y así colaborar con galerías de arte y espacios no convencionales.
Como coreógrafa, le interesa partir de la personalidad y los cuerpos de los intérpretes con los que trabaja en cada obra, y con quienes establece un intercambio de ideas para poder contar historias a través de distintas escenas.
“Me considero una guía o conductora que va acotando todo el material que se genera para darle una estructura (…) En este oficio de creación, la intuición ha sido mi brújula, la que me dice ‘vámonos por aquí’, para tener claridad sobre el mensaje que quiero transmitir”, comenta Daniela.
Debutó como coreógrafa en 2018 al lado de su colega Talia Hinojosa con la obra HEARTBEAT, cuyo proceso creativo abarcó dos años. El Nudo y Segunda Naturaleza son piezas de su autoría.
Maternar es su más reciente proyecto y lo estrenó en 2023 dentro del Premio Nacional de Danza Guillermo Arriaga, el concurso de creación coreográfica contemporánea más importante de México, organizado por el INBAL y la UAM, donde quedó como semifinalista.
Maternar se presentará justo este sábado 27 de abril de 2024 en el festival internacional Un Desierto para la Danza en Hermosillo, Sonora.
Reforzando los lazos culturales entre México y Estados Unidos
El Ballet Hispánico ha sido probablemente la compañía de danza contemporánea estadounidense que más ha colaborado con artistas mexicanos. Tania Pérez-Salas montó su coreografía 3. Catorce Dieciséis en 2017 para esta agrupación y su debut en EUA tuvo lugar en The Joyce Theater.
Años antes, en 2014, Miguel Mancillas se convirtió en el primer coreógrafo mexicano en ser seleccionado por el Instituto Coreográfico del Ballet Hispánico para realizar en Nueva York su residencia artística.
“Me enorgullece y me hace sentir con mucha responsabilidad este intercambio con el Ballet Hispánico, una compañía que a lo largo de los años ha propiciado la colaboración con creadores de herencia latina, de cierta identidad cultural. Me hace preguntarme qué tanto comparten México y Estados Unidos.
“Voy a proponer cosas que me inquietan y qué mejor que esta plataforma para facilitar un trabajo que resulte significativo para los integrantes de la compañía y para mí. Como mujer mexicana, tengo el temple y la convicción de poder traspasar las fronteras tanto mentales como físicas con energía, voluntad y creatividad”, dice Daniela.
Para el Instituto Coreográfico, el objetivo de esta residencia es experimentar el proceso creativo, que podría dar lugar a una puesta en escena. Para Daniela, es un “trampolín” que le permitirá saltar a una nueva pieza y que propiciará más intercambios entre México y Estados Unidos.
“Estábamos buscando coreógrafas para abrir más espacios a las mujeres en la danza. Contenidos Artísticos nos propuso varias opciones. Vi el trabajo de Daniela y me llamó mucho la atención”, explica el director artístico del Ballet Hispánico.
Esta compañía debutó en México en octubre pasado en la 51 edición del Festival Internacional Cervantino, por lo que Vilaro considera de gran importancia que los vínculos entre las organizaciones artísticas de México y Estados Unidos se fortalezcan.