La Ilíada es una poema épico atribuido a Homero, donde los personajes principales son masculinos; Aquiles, Héctor, Agamenón, Patroclo, Priamo, Menelao y Paris. Las únicas mujeres mencionadas en dicho texto son Helena, Briseida y Afrodita, así se entiende mejor el contexto en que se desarrolla el montaje.
Contrailíada es una obra donde el eje temático es una narrativa de poéticas femeninas con el fin de contrarrestar el peso masculino que hay en el texto de Homero. Cabe mencionar que la visión patriarcal ha permeado hasta nuestros días en la sociedad contemporánea.
El andamiaje se va construyendo con historias de mujeres que han sido violentadas en su persona, en el México actual, y así es como poco a poco se va edificando la propuesta transdisciplinaria, jugando con el pasado y el presente, logrando un discurso provocador y reflexivo sin caer en los clichés mediante la participación de las cinco actrices que le dan vida a este performance.
Se valen de todas las herramientas que tienen a la mano como es la música en vivo, las luces como transiciones temporales, los movimientos corporales y la gestualidad que cada una le imprime al personaje en turno bien ejecutadas, además del uso de la aplicación multimedia que le da un significado distinto en cada testimonio que presentan. El montaje está lleno de significados, así vemos una cuerda vertical que poco a poco se va llenando, por así decirlo, de estos injertos de memoria como son la escoba, la cubeta, el traje de novia, el patín del diablo, entre otros objetos que tienen que ver con cada etapa de esas mujeres olvidadas por la justicia la cual no existe para ellas.
De esta manera se llega a romper la cuarta pared para que el espectador participe en un ejercicio que consiste en nombrar el nombre de un familiar femenino, como por ejemplo el de una abuelita paterna o materna, para mostrar lo que se conoce como patronímico.
La experiencia se vuelve lúdica a pesar de que el tema es complejo, re-conocer el nombre de cada una de las mujeres que han sido desaparecidas, y que aún no se sabe nada del paradero de muchas de ellas. Los nombres de las mujeres desaparecidas, acompañadas de fotografías de ellas, comienzan a invadir todo el territorio del escenario y es en este momento que la oración de Tlaltecuhtli cobra importancia cuando menciona… “Madre Tlaltecutli, vulva de la tierra. Tu que recibes los cuerpos que han de llegar al inframundo, sostén entre tus garras aquellos que pertenecen a las hijas, las hermanas , las madres que no han sido despedidas, que no han sido lloradas, que no han sido entregadas a ti con paz. Madre, Tlaltecuhtli te damos de beber nuestra sangre menstrual, como ofrenda, como símbolo de la única sangre que debiera salir de nuestros cuerpos. La única sangre que correrá por nuestros cuerpos.”
El vestuario es bien logrado y el manejo del espacio escénico se aprovecha en todo momento dando paso a una experiencia multisensorial e interactiva. Las emociones que experimentamos se sienten a flor de piel, lo cual se agradece por sensibilizar al público que nos dimos cita esta noche de estreno.
Bajo la Dirección de Violeta Luna, Dramaturgia Sara Pinedo, con: Beatriz Luna, María Luna, Monserrath Brenes, Abigail Elizarraras, Diseño Sonoro: Sarmen Almond, Diseño Multimedia: Miriam Romero, Operación de video; Vania Muñoz Contrailíada cantos apócrifos se presenta del 31 de agosto al 10 de septiembre jueves y viernes 20 horas, sábado 19 horas y domingo 18 horas en el Teatro Sergio Magaña ubicado en Sor Juana Inés de la Cruz 114 Santa María la Rivera metro San Cosme.
Por Rafa Espinoza
Fotos y video Ángel Espinoza