Autoría y Dir. Richard Viqueira
Cía. Kraken Teatro
Albert Einstein dijo una vez “Dios no juega a los dados” refiriéndose a las probabilidades existentes dentro del Universo, y posiblemente tenga razón, pero, ¿Qué me dicen sobre jugar videojuegos?
Bienvenidos a una muestra interactiva de teatro, a una puesta inmersiva donde todos somos jugadores y avatares.
La obra nos remite a la época de los juegos Arcade, nos hace partícipes de diferentes modelos de videojuegos donde interactúas mediante monedas (rondanas) que te entregan a la entrada.
Los avatares te ponen a prueba con tus talentos, conocimientos y habilidades, te cuestionan, así como cuestionan su propia existencia, ¿Quiénes somos?, ¿cuál es nuestro propósito en la vida?, ¿alguien nos manipula?
No es para nada una obra convencional, y no es posible sólo sentarse a verla, se debe sumergir uno para entender a los personajes que constantemente están cambiando sus roles de juego, como la vida misma.
Es una obra que parecería sin sentido y sobre todo al final donde parece descontrolarse, pero que si te detienes analizarla resulta ser demasiado profunda y en lo particular me dejó pensando, si un juego de video te pide que selecciones entre diferentes opciones y tiene una respuesta para cada una de ellas, ¿en realidad nosotros los estamos controlando o son los avatares quiénes nos controlan a nosotros?
“Dios juega videojuegos y yo soy su puto Mario Broz” se estará presentando del 2 al 12 de Febrero, los día jueves y viernes a las 20 hrs, sábados a las 19 hrs y domingo 18 hrs. En el teatro Benito Juárez ubicado en Villalongín 15, Cuauhtémoc, cerca del Metrobus Reforma.
por Giovanni Rosales