En esta ocasión hago una amplia recomendación para no perderte: «La Persona Deprimida”. Una mujer narra su historia en tercera persona, desentrañando una vida marcada por situaciones desafortunadas que la han llevado a percibir el mundo de manera trágica. Nos sumerge en su pasado, relatando los eventos que la han dejado atrapada en un ciclo de victimización y sufrimiento, siempre justificando su tristeza a través de las desgracias ajenas que ha experimentado.
A lo largo de la obra, habla sobre sus redes de apoyo y, en un tono desesperado y sincero, pide comprensión en lugar de juicio. Es un viaje emocional donde se muestra una lucha constante para encontrar una salida de un lugar aparentemente sin retorno. Sin embargo, en un giro esperanzador, se da cuenta de que hay luz al final del túnel: sus terapias con la psiquiatra han sido cruciales para abrirle un nuevo panorama.
Carolina Politi entrega una actuación magistral, encarnando a la perfección a una persona con rasgos narcisistas, ensimismada en su propio sufrimiento y convencida de que nadie más sufre como ella. La representación psicológica de su personaje es impecable, logrando que el público no solo entienda, sino que también se vea reflejado. La puesta en escena es minimalista pero efectiva: una silla, una iluminación que enfatiza los momentos clave, y un vestuario que revela la personalidad de la protagonista.
La actuación de Politi es tan poderosa que no necesita más que un escenario sencillo para dar vida a esta compleja narrativa. La obra te mantiene cautivo, dejando cuestionamientos profundos en cada espectador sobre la naturaleza del sufrimiento y la victimización.
No te pierdas «La Persona Deprimida,» una obra que te hará reflexionar sobre la condición humana y la búsqueda de empatía. Ven y sumérgete en esta profunda experiencia teatral, donde cada palabra y cada gesto te llevarán a un viaje introspectivo inolvidable.
Por Eliza Orio