
Sacado del drama griego, el personaje de Antígona se lee desde la contemporaneidad enfatizando su rebelión contra la autoridad y su elección por la justicia. Se le mira como una de las primeras feministas de la mitología en la propuesta coreográfica de Leyson Ponce.
“Es una mujer que decide dar sepultura a su hermano que ha sido desterrado, aunque las leyes terrenales se lo prohíban por considerarlo un antipatriota tras luchar contra el reino de Tebas. Ella sobrepone a la ley humana la ley divina. Y por desobedecer las órdenes, es condenada a morir”, cuenta Ponce.
Antígona o la elección, como se titula la pieza dancística basada en Fuegos, libro en el que la escritora francesa Marguerite Yourcenar (1903-1987) aborda a este personaje privilegiando el amor fraternal antes que la tragedia, se estrena este 14 de marzo, a las 20 horas, en “Los Talleres” (Francisco Sosa 29, Coyoacán).
La obra también podrá verse el 15 y 16 de marzo, a las 19 y 18 horas, respectivamente, como parte del cierre de la temporada de danza Soliloquios y diálogos bailados. El costo del boleto es de 180 pesos.
Bajo la dirección y el concepto de Ponce, este solo tiene como cocreadora e intérprete a Isabel Beteta. Fue a partir de Fuegos como ambos elaboraron inicialmente una “partitura gestual” que derivó en la interpretación del texto desde el cuerpo.
“Yourcenar ubica el drama de esta mujer en la actualidad, en una ciudad que se desvanece, en una sociedad en descomposición. Despoja a este personaje mítico de todos los antecedentes que podamos tener de la Grecia antigua.
“Me interesa pensar que este personaje, dentro de todo su mundo trágico, ofrece una verdad, una esperanza. Como creador quiero vitalizar la idea de la dignidad en el contexto de una sociedad en decadencia”, aclara Ponce.
La obra se compone de cinco escenas. En la primera, el público podrá identificar a Antígona como una mujer fuerte y poderosa. La segunda escena, en la que Ponce recurre a una cantata napolitana del siglo XVI, muestra a una Antígona efervescente, festiva, que sobrepasa todos los límites que le han sido impuestos.
En la tercera escena decide enterrar a su hermano. Se destrenza el cabello y lo moja para lavar el cuerpo de Polinices. En la cuarta escena es sentenciada a muerte, y en la última escena se insinúa su muerte. En estas dos últimas viñetas, se priorizan sus recuerdos amorosos.
“Más que en la historia en sí, Yourcenar se enfoca en la afectación psicológica del personaje. Todo sucede en el interior de Antígona y en ese debate interno muestra lo que pasa con el afecto cuando es traicionado”, comenta Beteta.
Desde su perspectiva, este solo pone de relevancia el empoderamiento de la mujer y su enfrentamiento al patriarcado, pues Antígona toma la decisión de hacer lo que ella cree correcto.
“Exploré la sensualidad desde un lugar diferente”, confiesa la bailarina sobre esta propuesta coreográfica, en la que su larga caballera se vuelve protagonista de la obra a través de su movimiento constante.
Con una intérprete del calado de Isabel, admite Leyson, el trabajo sale solo. Durante las tres primeras escenas, él le dio directrices, pautas muy concretas para el diseño del material corporal y ella sugirió el movimiento. Mientras que en las dos últimas escenas, él propuso el movimiento y ella lo hizo suyo.
La mayor parte de la colaboración entre ambos se dio a través de las redes sociales, incluyendo videoconferencias, pues Ponce reside en Madrid y Beteta en la Ciudad de México. Solamente han tenido un par de reuniones presenciales.
El coreógrafo de origen venezolano lleva ocho años trabajando con intérpretes maduras en danza contemporánea, convencido de la importancia de retomar en escena cuerpos que poseen historia y experiencia, que poseen sabiduría.
El cierre de Soliloquios y diálogos bailados contempla el dueto UNRAVEL, de Chelsea Ainsworth y Jessica Smith, en torno a las relaciones de pareja, que interpretará la compañía Los Corpógrafos, y que demanda un gran trabajo físico por parte de los dos bailarines.
Hay un fuerte contraste entre la primera y la segunda parte de la obra. Al principio es lúdica y alegre y termina siendo densa y melancólica, El movimiento también cambia. En la primera parte hay más cargadas y en la segunda parte predomina el trabajo de piso.
El programa también incluye el solo creado por Maribel Michel, En el adentro…vacío, que ella misma interpreta y que versa sobre la transición en la nada tras el cierre de un ciclo, así como del intento por conectar con los otros y con uno mismo. Al comienzo de la pieza la bailarina interactúa con el público.