Angélica Baños Hernández es una joven artista escénica que se ha especializado en la exploración y divulgación de la expresión corporal a través de la danza, junto con su compañía El Cuerpo Fracturado / Laboratorio de Movimiento.
Con una destacada trayectoria, la bailarina y coreógrafa participará en el segundo ciclo temático Nosotras Somos Memoria con la coreografía Soy mi Diablo, los días 16, 17, 18 y 19 de marzo, en el Foro A Poco No de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Soy mi Diabloes un proyecto unipersonal de danza contemporánea producido por El Cuerpo Fracturado / Laboratorio de Movimiento, con el estímulo de Jóvenes Creadores del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC) 2021. El montaje aborda temas de violencia, resiliencia y naturaleza humana y propone un mensaje de sensibilidad y compasión, tan necesario en el deshumanizado mundo actual, asegura Baños Hernández.
Se trata, de una propuesta que tiene la voluntad de generar un espacio escénico temporal, una experiencia inmersiva en la que el espectador pueda visitar el terreno de la auto confesión, contactar con sus propias luces y sombras, así como desdoblarlas en el terreno de la contemplación.
Para la artista, la herida, desde un sentido metafórico hasta biológico, es el punto de partida del universo creativo de su pieza coreográfica. En ella propone sensibilizarnos mediante la comprensión de ésta y “colocar al acto escénico y artístico como un generador de empatía; abrir un espacio tangible para vivenciar la emoción más allá de un juicio de valor, y habitar la tristeza, la rabia, la ternura, el amor desde el mismo punto de partida: nuestra naturaleza humana”.
Angélica Baños afirma que el cuerpo en constante sentir es la manera de transitar la escena. “La obra se sustenta mediante la visualización del movimiento como algo naturalmente estético, su poder de cautivar no se determina por un juicio de valor, va más allá de lo bello o feo y se potencializa mediante las experiencias sensoriales y perceptivas. El movimiento abre la puerta hacia a la compasión, nos permite imaginar con todos nuestros sentidos el sentimiento ajeno”.
La herida –agrega– es un proceso biológico ante el cual estamos capacitados para responder y resistir. La herida genera emoción, acción, experiencia y memoria. Codifica nuestra conducta y nuestra manera de percibir el mundo. Ante ella solo queda cambiar nuestra perspectiva de la existencia. Estamos hechos para buscar la sobrevivencia, la resiliencia es un fenómeno que nos envuelve desde un nivel celular hasta social.
En ese sentido, propone, Soy mi Diabloencuentra su salida escénica mediante la expresión corporal y vocal. Se construye a partir de problematizar el lenguaje de danza contemporánea mediante la integración de herramientas de improvisación estructurada, que permiten conectar de manera directa con el espacio-tiempo del acontecimiento, dar paso a la construcción de una composición única y efímera, que nace, existe y muere en el preciso momento en el que se mira.
En su propuesta escénica, la bailarina está apoyada en una asesoría dramatúrgica de Roberto Mosqueda y Alexis Briseño. La música original es de Hijo de Lope & Joel Argüelles, el diseño de iluminación de César Ramírez y de vestuario de Marlene Coronel.
Con los 20 espectáculos que integran la segunda edición de Nosotras Somos Memoria se busca mostrar el abanico de propuestas que se hacen en la actualidad con relación a los temas de género. Las mujeres toman el escenario para abordar sus realidades y reflexiones, a través de las artes escénicas.
Soy mi Diablo se presentará del 16 al 19 de marzo –jueves y viernes a las 20:00 horas, sábado a las 19:00 y domingo a las 18:00 horas–, en Foro A Poco No (República de Cuba 49, Centro Histórico, cerca del Metro Allende).
Admisión: Entrada general,$196. Los boletos se pueden adquirir en la taquilla del teatro y en las plataformas digitales de Ticketmaster.