Desde su fundación en 2016, la compañía de danza mexicana Khamsa Dance Project se ha propuesto alcanzar, a partir de la deconstrucción de formas artísticas tradicionales, un lenguaje artístico y contemporáneo propio, apoyado en herramientas visuales, sonoras y de movimiento que recurren a las nuevas tecnologías de la comunicación.
Formado como laboratorio escénico multidisciplinario, en el que confluyen diversas especialistas relacionadas con las artes visuales y escénicas para integrar en cada uno de sus proyectos distintos recursos humanos, creativos, tecnológicos y semióticos, entre otros, que se han presentado con gran éxito en diversos foros y a través de las redes sociales.
Un ejemplo de esa forma de asumir el arte de la danza es la obra Urdimbre (2019), coreografía de Wendy del Castillo y Daniela García, que bajo la dirección de Aline del Castillo, se presentará una única presentación el viernes 4 de marzo a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
En el marco del ciclo Nosotras somos memoria, Urdimbre es un espectáculo escénico en el que la danza, el diseño sonoro, la música original en vivo y el video documental entablan un diálogo con los ciclos y procesos de la naturaleza, el sentido de comunidad, la cosmovisión identitaria y el trabajo artesanal como forma de reconexión con las raíces culturales de un pueblo como el mexicano, dice la directora de la agrupación, Aline del Castillo Pérez.
Para lograr ello, el proceso creativo –agrega la bailarina y coreógrafa– implicó a sus creadores sumergirse en cada uno de los procesos artesanales, sus elementos más esenciales, humanos y primitivos, para conocerlos cabalmente y poder así deconstruirlos y reinterpretarlos.
“Después de dos años de investigación de campo en comunidades de mujeres indígenas, así como de laboratorios creativos entre músicos, coreógrafas y artistas visuales, se logró una puesta en escena que da cuenta de sus memorias a través de distintas escenas que se van hilando finamente. En ellos se recrea el significado del trabajo que las artesanas realizan y en el que heredaron, por generaciones, la sabiduría de sus ancestros”, dice.
Explica asimismo que durante la construcción de la obra encontraron distintos saberes –y sabores– que les permitieron reconocer la riqueza escondida en los pueblos tradicionales, expresada a través de sus lenguas, de la creación manual y colectiva como forma de vida, y de la transformación de los recursos naturales de manera sustentable (como maíz, grana cochinilla, agua, lana y algodón) en piezas de gran valor artístico.
En cuanto a la música original y al diseño sonoro de la coreografía, refiere que se hicieron a partir de la experiencia en campo y el contacto con músicos regionales. La idea fue integrar distintas lenguas indígenas, así como sonidos del telar y el metate o molino de maíz, matizados con melodías tradicionales y contemporáneas.
Con ello, durante la propuesta, el público tendrá la posibilidad de ver y escuchar un ensamble conformado por cuerdas, alientos y percusiones en los cuales los instrumentos forman parte esencial del espectáculo al dar forma a la danza en cada una de las escenas.
Por lo que se refiere al lenguaje corporal, éste se desarrolla desde los motores que se generan al hilar, bordar, tejer, teñir, desgranar o moler el maíz, como actividades cotidianas y sus significados. Las intérpretes, con un alto sentido de musicalidad, dan vida a emociones y sensaciones por las que llevarán al espectador en un viaje profundo y entrañable.
En cuanto al uso del video documental, Aline del Castillo compartió que evoca, a lo largo de la obra, distintas memorias del proceso de investigación y creación escénica, al integrarse con la danza y la música en vivo, de cada uno de los capítulos: Bordar memorias, Fluir, Tierra quemada, Trama de algodón, Corazón de grana, Entre manos y Desde el silencio.
“En cada función de Urdimbre los espectadores salen del teatro impregnados de belleza y con una sensación de profundo respeto e interés genuino por el trabajo artesanal como parte de nuestra identidad, más allá de acartonados elementos folclóricos que generalmente asumimos sin conocer a profundidad. Aquí, los textiles se vuelven voz”.
Participan las bailarinas Constanza Romero, Daniela García, Giselle Álvarez, Lorena Cedeño, Nelly Carrillo y Wendy del Castillo, así como los músicos: César Valentín Solís Guzmán, Daniel Soledad Magaña, Gunther Acosta, Walter Estrada y Luis Carlos Cantú. La música original y diseño sonoro es de César Valentín Solís Guzmán, iluminación de Uriel Sierra, vestuario de Nayla Ximena Del Valle y video de Ursula Mares, Andrés Pulido, César Juárez y Wendy Del Castillo.
La propuesta coreográfica se presenta en el marco de la primera edición del ciclo Nosotras somos memoria, el cual subraya la lucha histórica de las mujeres y el reconocimiento de sus derechos como la libre expresión, equidad, justicia social y libertad.
Urdimbre se presentará una única presentación el viernes 4 de marzo a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico, Metro Allende), con las disposiciones del semáforo epidemiológico vigente: cupo limitado al 75 por ciento de la capacidad del recinto y uso permanente de cubre-bocas, gel anti-bacterial y registro de código QR por parte tanto del personal del teatro como de los espectadores.
Admisión: $200.00, entrada general. Los boletos se pueden adquirir en la taquilla del teatro y en las plataformas digitales de Ticketmaster.